Para los venezolanos que han decidido emigrar y salir de su zona de confort, el camino ha sido desafiante. Dejar atrás a la familia, las costumbres y hasta la profesión puede resultar abrumador. Sin embargo, en medio de las dificultades, surge una oportunidad para descubrir y desarrollar un talento oculto.
¡No todo en la vida es adversidad! Los venezolanos, dispersos por todo el mundo, somos reconocidos no solo por las circunstancias económicas y sociales que atraviesa nuestro país, sino también por nuestro talento innato, nuestra actitud de lucha, nuestro lenguaje diverso, nuestras costumbres y, sobre todo, por nuestra gente extraordinaria.
Estar en tierras extranjeras ha permitido a los venezolanos demostrar de qué estamos hechos, desempeñando roles completamente distintos a nuestra profesión de origen. No importa si éramos médicos, abogados o ingenieros, porque ahora podemos ser cocineros, niñeros o paseadores de perros. Lo importante es que cada trabajo es digno y nos acerca más a nuestros sueños.
Como dijo el economista Milton Friedman, «solo una crisis, ya sea real o percibida, puede dar lugar a un verdadero cambio». Y en medio de esta crisis, los venezolanos han encontrado la oportunidad de descubrir y desatar su talento a través de las redes sociales y otras plataformas.
Nuestros compatriotas como @elrobertotv, @nandodelagente y @markomusica, por mencionar solo algunos, han logrado construir una gran comunidad de seguidores gracias a su talento y perseverancia. No fue suerte ni casualidad, sino esfuerzo y valentía. Dejemos de esperar que la suerte toque nuestra puerta o que una caja de cereal nos brinde la solución. Es hora de dejar atrás los miedos y atrevernos a persistir, evaluar, mejorar y seguir adelante en la búsqueda de nuestros sueños.
En conclusión, la emigración no solo es una prueba de resiliencia, sino también una oportunidad para descubrir y desarrollar nuestro talento. ¡Venezolanos, sigamos brillando en cualquier parte del mundo donde nos encontremos!